Grato invierno

Nubarrones grises y lluvias sorpresivas, con el consiguiente espectáculo del atardecer, producido por la ILM celeste o por el caos, que para el caso da lo mismo. Vuelvo a soñar con intensidad, como en esos períodos muertos en que he estado sin trabajo ni distracciones, sólo que ahora no es así. Recuerdo una especie de carroza gigantesca que avanzaba por un desfiladero, recuerdo verla desde distintos puntos como si tuviera el salto y la rapidez de un saltamontes. Ahora que vi la pieza que voy a ocupar en la casa de Irarrázaval y sé que cuelga sobre la calle misma, sopecho que mis sueños van a estar ocupados por manifestaciones del sonido del tráfico y la sensación de velocidad, al menos hasta que me acostumbre al ruido y deje de percibirlo.
La transcripción de los sueños estimula ese ejercicio extraño de memoria: acabo de recordar que me dormí viendo Lolita, en mis primeros sueños compartí los temores y el deseo de Humbert Humbert.

La última página de algunos libros

Mi melancolía por abandonar lugares es extensiva a las novelas. Acabo de terminar "Opus Nigrum" de Marguerite Yourcenar y siguiendo con la racha de ficción histórica, estoy entrando a "La hija de Homero" de Robert Graves, pero extraño el libro de la Yourcenar. Por algunos días y principalmente en viajes en microbus acompañé las divagaciones del médico-alquimista-filósofo Zenón errando entre distintas cortes y puebluchos de Europa durante la contrarreforma.
Lo que me recuerda a una amiga que había leído la serie completa de The Sandman pero demoraba indefinidamente leer el último episodio, más que para no terminar de leerlo, para que el cómic mismo "no se acabara", explicación que me parece más sensata de lo que suena.
Cuando dejé la casa de mis padres, el asomo de melancolía que tuve los primeros días recibió su justo castigo: tiempo después me vi obligado a volver.

Nubetron contra el genograma

Mi novia empezó a acosar con preguntas a Carola y Pelao para hacer un genograma. Después Pelao dibujo un robot volador que lo destruía.

Mi nariz

La Carola se esconde detrás del Pelao, de mi nariz gigantesca.

De listas y discos rayados

Empecé el Jueves a hacer de DJ en El Atico, con lo que mis servicios para ellos ya incluyen Hombre de la barra, Barman (la diferencia con Hombre de la barra es el lado de la barra en que se está), Diseñador gráfico y Asesor de medios, Hombre de los mails, DJ.
Los gringos deben haber inventado pocos términos más ñoños que Discjockey, el acrónimo lo disimula un poco. Y, bueno, esta también lo de "tocar". Yo, por lo menos, no toqué. Puse discos o canciones, una después de otra, asi nomas. Si a alguien eso le parece que es "tocar" algo, ya no es mi problema, sólo es una expresión ligeramente ofensiva para los músicos...
Algunos de mis descubrimientos, fueron:
- bajo determinadas circunstancias de hora, embriaguez y compañía la gente es capaz de bailar la más inverosímil de las canciones, aunque el ritmo (o la total ausencia del mismo) haga pensar todo lo contrario.
- bajo determinadas circunstancias de hora, embriaguez y compañía la gente no bailará absolutamente nada de el universo de canciones posibles, simplemente porque si. (o porque no)
- Down with my baby de Kevin Johansen es una gran canción, independiente de que no se baile. Aunque si considero mi descubrimiento n°1, esto es incierto. Además, se conoce por Resistiré.
- Hay mucha gente para la que bailar es una representación mímica de un instrumento que es una mezcla de guitarra y batería.
- Atrocity tiene un cover medio rock gótico de Shout, hit ochentero de Tears for Fears, bastante bueno, aunque un poco largo. Está interpretado a lo Pimpimetal, osea por un cantante masculino de voz cavernosa y una chica de voz más melosa.
- Si tomo copete mientras pongo música, eventualmente se me olvida en cual de los dos lectores está el Cd, con consecuencias desastrosas.

Coversando con José del Magenta, me acuerdo que R. está haciendo recopilando listas de sus amigos de sus 10 canciones favoritas del 2004, en lo que José definió como Melomanía Compulsiva. Esto incluye canciones del año o canciones redescubiertas de otros años que se quedaron pegadas en el reproductor. Así que, para el registro, este parece ser un buen lugar para poner mi lista:

1. Interpol - Untitled
2. Perry Blake - The hunchback of San Francisco
3. Patty Smith - Piss factory
4. Violet indiana - Feline or Famine
5. Jeff Buckley - Grace
6. Kevin Shields - City girl
7. Morrissey - First of the gang to die
8. Depeche Mode - The love thieves
9. The church - Aura
10. Nick Cave & PJ Harvey - Henry Lee

Ahora que lo veo, casi todo lento y en algunos casos, meloso.

Una poco de rareza cotidiana

Hace algunos días venía en una micro que fue chocada lateralmente por Julio Martínez.

Para que sirve la música

De vuelta en la oficina luego de que el acontecimiento importante de mi fin de semana fuera encerranos con M.T. A tratar de grabar algunas canciones, a partir de las ideas-gérmenes que nos hemos venido mostrando por unos mmm...cuatro meses?
Me recuerdo hace un par de años, en el departamento que compartía con un amigo, haciendo algunas consideraciones sobre música popular, usando ese típico objeto abstracto de crítica que es “la gente”, diciendo “Algo que no haría en este momento es empezar una banda. Aunque tuviera las ganas o la energía necesaria -que creo que se tiene defintivamente a otra edad-está el hecho de que a la gente, en realidad, no le gusta la música. Lo que le interesa a todo el mundo, son algunos usos de la música, como elemento necesario para bailar, por ejemplo, o como excusa para saltar y gritar,para conectarse, para una lista de usos que dejan en un lugar muy modesto escuchar la música, escucharla en serio. Por eso los Djs. En algún momento empezó a ser obvio que es mejor negocio llenar un local con un tipo con unas tornamesas que con una banda y todos los requerimientos técnicos y de transporte que una banda tiene.”
(Seguro que no lo dije así, y tampoco voy a reproducir los sorbos del vaso que tenía en la mano)
El punto es que mucho de mi queja sigue teniendo sentido para mí incluso hoy que los Djs de música electrónica se han transformado en personajes medio caricaturizados por la gente. Sigo pensando que hay mucho de majadería en eso de que la música es una especie lenguaje universal (en realidad más que majadero me parece falso, como lo de que “una imágen vale por mil palabras” o que “la libertad de uno termina donde empieza la del otro” y otras cabezas de pescado que a uno le encajan cuando chico.) Sigo creyendo que la música es popular por sus usos y no por si misma, que la mayoría prefiere las pegajosas melodías rocanroleras con que empezó Beatles, a las canciones posteriores con que abrirían para siempre el espectro de lo que es posible en la estructura de una canción.Y aquí estoy, empezando una banda, juntando notas y tratando de encajarle letras, escuchando un dico de David Sylvian sólo para copiarle un fraseo, reconsiderando estilos y ritmos.Afectado de un entusiasmo envidiable que me lleva a hacer todo lo que en la teoría miro con más pesimismo que la cresta. Me pregunto cuanto durará.
En cuanto a la grabación, bueno, fue buen comienzo, lo que quiere decir que es más o menos mala, que canté de un modo forzado y encajando las frases a martillazos en la música, que se saturaron algunas baterías, que quiero cambiar la letra de la canción españolada que quiere parecerse a tindersticks, pero que en defintiva fue placentero de hacer y más que eso, era necesario. Ahora que tenemos un nombre -Piloto- y que descubrimos algunos recursos de percusión que no habíamos probado, que planeamos volver a grabar en un par de semanas, ahora que el proyecto está andando, tengo la sensación que me hacía falta hace un tiempo y que aunque es una ansiedad, se parece mucho a la calma.

Cola de mono

Me robé el título del blog de una canción de magnetic fields, que otro día probablemente postee, y que es la clase de cosa que me gustaría que se me hubiera ocurrido a mi, como la mayoria de las letras de Magnetic Fields. Ya que estamos, me gustaría haber inventado la tira Calvin and Hobbes, o el guión de Los Otros...
O podría tener cola. Una cola prénsil, con la cual colgarse de árboles y barras suficientemente firmes, con la que sostener un vaso mientras prendo un cigarro, o para rozar a alguien de modo insinuante.
He recibido toda clase de interpretaciones de este deseo.