Tuesday, March 22, 2005

Conejo y Zorro


Esta semana no hay Fumadores, pero si algo para engrosar la sección "para todo espectador" de mi carpeta de ilustraciones. Posted by Hello

Friday, March 11, 2005

Re-préstamos

Tengo una peligrosa costumbre, inconveniente de confesar a los amigos: presto las cosas que me prestan. Me despiertan curiosidad, las pido y después de digerirlas siento la tentación de difundirlas a alguien específico: libros, discos, películas, comics, son los objetos frecuentes de re-prestación (mientras sus dueños originales miran con preocupación los espacios en repisas, cajones y gavetas que este proceso va dejando). Y no es que sienta que estos objetos están en manos del dueño equivocado, pero le presto atención a la parte de mí que cree que algunas obras tienen que encontrarse con alguien en especial a quien conozco, en algún punto de su(s) vidas. ¿Cómo X no va a haber leído Watchmen?¿Cómo mi amiga Y no ha visto “In the mood for love”?. Y como no soy el afortunado poseedor de todos los productos de ocio que me gustan, bueno, presto lo prestado y me entrego al juego de imaginar ese primer encuentro de mi amigo(a) a un cuento de Borges, a un libro de Phillip Dick ; de “Los detectives Salvajes” de Bolaño exijo reportes actualizados de avances y comentarios, de las películas de Miyasaki, estar ahí esa primera vez que el árbol de las niñas de Totoro se alza al cielo. Estas ideas y formas que me encantan, no sólo no le pertenecen exclusivamente al comprador primero de su envase, tampoco quieren ni pueden quedarse en mi pieza y en mi cabeza, quieren transvasijarse y reproducir su efecto, viajar, y perpetuarse como referentes de otros.

Quizás la Internet está llena de re-prestadores, pero aquí no pienso tanto en quienes se dedican a subir material para programas p2p como en quienes abren el archivo que han atesorado referente a sus obsesiones, todos los sitios de fans de algo, que exponen (con una mezcla de orgullo y pudor...) las más extrañas colecciones de recortes sobre una banda, una película, lo que sea. Quizás el re-préstamo sea uno de los motores principales de la curiosa gratuidad que se estila en este plano de cosas.

Thursday, March 03, 2005

Embalaje

Hoy -idealmente- me cambio de casa. Así que tuve que pasar por una revisión necesaria de cajones de objetos relegados a cajas desde el cambio anterior y pilas de lo que podríamos resumir como papeles. (Revistas, fotocopias, bocetos, proyectos, recortes...) Si bien encontrarse con un par de cosas perdidas que aun te sirven es bastante agradable, todo el asunto de la decisión sobre la eventual utilidad de estos cachureos alcanza a ser ligeramente complicado, al menos para mi. Son justamente esos objetos que se tambalean en el delgado borde entre lo “posiblemente útil cuando menos se lo espera” y lo “suficientemente viejo para presionarte a conseguir otro” o incluso lo “bastante bizarro como para perderlo y no recordarlo excepto en momentos de nostalgia aleatoria”. Por ejemplo:

  • Un VHS que no funciona.

  • La efigie plástica de un personaje de Virtuafighter obsequiada por mi amigo N., con quien nos aporreábamos virtualmente por horas jugando esa cosa.

  • CASETTES, oh si, cassettes, como en el comercial ese. Claro que el tipo del comercial encontraba buenísimo su cassette, yo por mi parte considero la posibilidad real de reemplazarlo en cd, robándome el disco de la Internet. Pragmatismo. Debo llevarme, sin embargo, los cassettes de los ensayos de mi banda disuelta hace años. ¿por qué? No tengo la menor idea. Son la clase de cosas que te hace sentir mal botar, como la comida, quizás, o como las cartas de ex-novias.

  • El álbum casi completo de Robotech.

  • La misteriosa foto (fotocopia) de Hitchcock que mi amigo encontró en una casa abandonada, y que todavía conserva pedazos del papel mural de esa mansión siniestra.

  • Libretas de teléfonos antiguas, que incluyen algunos números con menos dígitos de los que se usan hoy y teléfonos fijos de gente que sabes de sobra que ya no vive ahí. Humm, pero ese par de números misteriosos, garabateados a la rápida...

  • Los comics que dibujaba de niño. Misma situación que los cassettes de ensayos.

  • Trabajos para la universidad: un día fueron el sentido de la vida. Ahora, en buena parte son basura.


Creo que el criterio aquí tiene que ver con que no todo puede ser nuevo. Parece inevitable y hasta correcto desplazarse arrastrando una caja llena de plásticos y papeles con un sentido que se va perdiendo con el tiempo. Y también puede que sea inevitable que aquellas cosas que repentinamente quiero recuperar justamente sean las que no lograron pasar el casting de cachureos para el nuevo hogar.