Friday, March 11, 2005

Re-préstamos

Tengo una peligrosa costumbre, inconveniente de confesar a los amigos: presto las cosas que me prestan. Me despiertan curiosidad, las pido y después de digerirlas siento la tentación de difundirlas a alguien específico: libros, discos, películas, comics, son los objetos frecuentes de re-prestación (mientras sus dueños originales miran con preocupación los espacios en repisas, cajones y gavetas que este proceso va dejando). Y no es que sienta que estos objetos están en manos del dueño equivocado, pero le presto atención a la parte de mí que cree que algunas obras tienen que encontrarse con alguien en especial a quien conozco, en algún punto de su(s) vidas. ¿Cómo X no va a haber leído Watchmen?¿Cómo mi amiga Y no ha visto “In the mood for love”?. Y como no soy el afortunado poseedor de todos los productos de ocio que me gustan, bueno, presto lo prestado y me entrego al juego de imaginar ese primer encuentro de mi amigo(a) a un cuento de Borges, a un libro de Phillip Dick ; de “Los detectives Salvajes” de Bolaño exijo reportes actualizados de avances y comentarios, de las películas de Miyasaki, estar ahí esa primera vez que el árbol de las niñas de Totoro se alza al cielo. Estas ideas y formas que me encantan, no sólo no le pertenecen exclusivamente al comprador primero de su envase, tampoco quieren ni pueden quedarse en mi pieza y en mi cabeza, quieren transvasijarse y reproducir su efecto, viajar, y perpetuarse como referentes de otros.

Quizás la Internet está llena de re-prestadores, pero aquí no pienso tanto en quienes se dedican a subir material para programas p2p como en quienes abren el archivo que han atesorado referente a sus obsesiones, todos los sitios de fans de algo, que exponen (con una mezcla de orgullo y pudor...) las más extrañas colecciones de recortes sobre una banda, una película, lo que sea. Quizás el re-préstamo sea uno de los motores principales de la curiosa gratuidad que se estila en este plano de cosas.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Comparto el sentimiento ...hay cosas q uno no las puede guardadr solo para uno...pero no me siento mal en lo absoluto...de echo creo que somos como transmisores de pequeños "tesoros"....aunq muchas veces los tesoros no sean nuestros. Para q ser tan egoistas ...
Aunq es verdad q cuando el tesoro es tuyo y no lo recuperas .....puta q duele
Vivi

3:21 pm  
Blogger Marce Infante said...

sabias de una tendencia que es dejar libros olvidados en la ciudad: en el hueco de un arbol, en el asiento de la micro, en el pasto de la plaza, cerca de las escaleras de un edificio. solo hay que marcarlo con el logo de la cadena mundial, que olvide como se llama.
pero es "choro" ¿no?

2:26 pm  
Blogger Juan said...

La "liberación" de libros es una iniciativa que se llama BookCrossing. Para una idea general se puede visitar el sitio original de BookCrossing
Para Santiago hay un grupo de Yahoo.

4:32 pm  
Anonymous Anonymous said...

... Pues a mí no me parecen bien los re-préstamos, ano ser que tengas autorizaciónn expresa del propietario.

7:58 pm  

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