Monday, January 31, 2005

Grato invierno

Nubarrones grises y lluvias sorpresivas, con el consiguiente espectáculo del atardecer, producido por la ILM celeste o por el caos, que para el caso da lo mismo. Vuelvo a soñar con intensidad, como en esos períodos muertos en que he estado sin trabajo ni distracciones, sólo que ahora no es así. Recuerdo una especie de carroza gigantesca que avanzaba por un desfiladero, recuerdo verla desde distintos puntos como si tuviera el salto y la rapidez de un saltamontes. Ahora que vi la pieza que voy a ocupar en la casa de Irarrázaval y sé que cuelga sobre la calle misma, sopecho que mis sueños van a estar ocupados por manifestaciones del sonido del tráfico y la sensación de velocidad, al menos hasta que me acostumbre al ruido y deje de percibirlo.
La transcripción de los sueños estimula ese ejercicio extraño de memoria: acabo de recordar que me dormí viendo Lolita, en mis primeros sueños compartí los temores y el deseo de Humbert Humbert.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

El otro día una persona analizó algunos de mis sueños. Llegué a sentirme casi desnuda y con el pudor que el desnudo físico no me provoca.
El ejercicio de relatar los sueños, me trae a mi peor juez interno, a veces prefiero dejarlos pasar...estoy llena de ruido... y yo tampoco quiero volverme tan loca.
Mientras descubro qué hago, seguiré leyendo tu blog

4:48 pm  

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