Monday, February 07, 2005

El minuto crítico

Quisiera estar de un ánimo diferente y escribir algun cuento corto o postear un dibujo pero no puedo dejar de pensar en varios achaques que, en mi opinión, sintomatizan la adultez: la acidez, el insomio, el sobrepeso, asuntos que no me concernían hace algunos años. Anoche logre darme vueltas en la cama por algo asi como 8 horas antes de dormir. Además de estas consecuencias físicas de costumbres de las que no puedo culpar a nadie más que mi mismo, voy a encajar aqui de un modo casi gratuito el escozor mental de la columna editorial del último wiken, aquí. La columista pretende (¿concientemente?¿sólo por ignorancia?) no darse un segundo de contemplación antes de embarcarnos en los aparentemente consabidos efectos nocivos de exponer a los niños a la existencia de la homosexualidad. Qué curioso como en otras instancias resulta mucho más aceptable la idea de que la represión de cierto hecho resulta contraproducente, sin embargo en este vértice niños/homosexualidad hay personas que estan dispuestos a subirse a la carroza victoriana sin la menor verguenza. Claro, la excusa de los niños para demonizar cada cosa que le choca a una sociedad que, sin embargo, por mucho tiempo consideró justo casar a ñiñas con viejos sátiros de buena posición, que le quita espacio a los juegos espontáneos de la infancia imponiendo una serie de productos que son una vil preparación a las obligaciones del género, que cree infantilmente que heterosexual es sinónimo de normal. Por supuesto, es El Mercurio. Hace algún tiempo me había propuesto no leer más el Wikén, justamente por estar molesto de como filtraban las artes y espectáculos por su tamiz de mojigatería, pero parece que el modo adulto de hacer las cosas pasa justamente por no cerrar los ojos a lo que te molesta, por pensarlo y por, en definitiva tomar un bando, una opinión, una crítica o un acuerdo. No puedo negar la existencia del Mercurio, así como ellos no pueden negar la presencia de la homosexualidad en este pais, en los medios, en la sociedad futura, en la formación de imágen de mundo en un niño. El camino bobo, el que toman los programas de "opinión" de la televisión es escudarse en supuestos estudios, en engañosos hechos estadísticos. Podría citar estudios que avalen mi opinión en este caso, por supuesto. No prueban nada. Sólo que es mi opinión y la de otros, frente a una opinión opuesta, sólo que creo que mi opción no es a la defensa de mi casita, mi famila, mi perro, de un imaginario terrible mundo exterior sino hacia la integración y el planteamiento de espacios nuevos, para realidades viejas.

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