Wednesday, October 26, 2005

Billy the Rockstar in the Heaven's Bar

Billy, la estrella de Rock en el bar del cielo


Billy está en el Bar del cielo, chicos. Y yo estoy agotado. Voy por una cerveza. Que lo disfruten.

Monday, October 17, 2005

Last scene


Ahh, movies. I think I'd like to live inside the Blade Runner film: I'd hide inside J.F. Sebastian's building and wait till Rutger Hauer says his speech and the movie is over, and then I'd come out and live there forever.

Última escena

De vuelta de entre los muertos, que es un lugar muy similar a una oficina donde hay que dibujar gráficos de la propia miseria y entregar muchas copias mediante papel calco, rumiando en el zumbido de una calefacción que no se puede apagar, de una música de espera que no se puede detener.Tenias razón, madre, siempre he vivido en la luna: que es una cosa muerta que gira muy, muy lejos de la tierra.
En otras noticias y con otro ánimo: la idea para esta tira se la debo a Pablo Fuentes de Revista Absinthe, que ya está maqueteando su segundo número y si me apuro, alcanzo a incluir algo.Se consigue por ahí, justo debajo del poncho que el diablo perdió.

Monday, October 03, 2005

Toys

I think there's something from Calvin and Hobbes in this one. Don't you think?

Juguetes

Llueve con sol. Tengo doscientas personas viniendo de un portal de comics un día, y luego creo que ninguna de ellas regresa, quizás porque no intento dibujar manga, quizás porque no me importa. Confundo el disco que me prestaste con un disco en el que recopilé pequeños clips porno de mi disco duro, y ahora que conoces con exactitud el animal de mi voyeurismo pienso que quizás sea tarde para elogiar tus manos. Una historieta sobre magia caótica me provoca sueños interesantes, un chico gringo me pide dibujar una historia perversa y demasiado explícita que ocurre entre narcos y putas, voy a ver a mi amigo cantar en una nave espacial/fonda que se llama los huasos robóticos, voy relajando la puntuación, escribo en Worpad, graniza con sol, me siento bien, me siento mal, trato de hilvanar un relato que incluya palabras que jamás he dicho como Albaricoque, Restallar, Desaliento, Remuneración, quiero contar algo que no tenga que ver en absoluto con la internet pero en la internet no existe el mundo sin la internet, un sutil patrón que sólo mi paranoia entrenada por películas distopistas de décadas pasadas detecta me indica que lo de afuera se está desvaneciendo, va perdiendo resolución y ancho de banda porque cómo va a granizar con el sol que hay, porque cómo iba a abrir el libro y entre todas las páginas y palabras iba yo a apuntar tu nombre, porque cómo puede ser que mientras me voy subiendo al metro que separa la oficina de mi casa, ya me veo llegando otra vez, espiándome como en cualquier tonta paradoja temporal de segunda, pensando en gritarme de un lado a otro de la vía e invitarme a tomar un café con leche y de paso demostrarle a los malos escritores de series que uno sí puede juntarse con uno mismo en la medida en que pueda soportarse, pero hay tanta gente, tanta gente hablando y por aseo bloquean el cambio de andén y antes de darme cuenta ya soy otra vez él, ése, éste.